FAQs sobre la fiesta del Peropalo
Domingo 20 de febrero de 2011, por Jilandero (actualizado el 3 de marzo de 2011)
Como cada año, la llegada del carnaval trae consigo al Peropalo, un pelele de tamaño natural que, en Villanueva de la Vera, es el protagonista del festejo. A lo largo de estos, días se celebran una serie de actos determinados por la tradición, trabados entre sí, que hacen del festejo del Peropalo una de las mejores muestras que se conserva, pese a las deformaciones que se han incorporado a lo largo de los siglos, de los muchos rituales agrarios de fertilidad que se celebraban durante el invierno en buena parte de la Europa prerromana. De hecho, de la conjunción de elementos de varios de ellos, articulados en algunas fiestas romanas, procede el propio carnaval, ya que la explosión de libertad en todos los órdenes que en estas fiestas paganas había fue reconducida por la Iglesia en la Edad Media, al agruparla en los días previos a la cuaresma, cuyo inicio señalaba el próximo cambio de estación.
En Villanueva de la Vera, el hilo conductor de todos estos elementos paganos del carnaval ha sido y es el Peropalo, en cuyo ajusticiamiento y muerte ritual todavía participa todo el pueblo, que entiende así el sentido actual de la fiesta como una expresión colectiva de la identidad común.
¿Qué es la fiesta del Peropalo?
Es el carnaval que se viene celebrando en Villanueva de la Vera (Cáceres) desde tiempos inmemoriales. Es la fiesta de un pueblo que se une para divertirse, para cantar y bailar, beber y comer,.... y lo hace en torno a un muñeco, cuyo destino es, tras ser paseado por el pueblo, morir quemado en la tarde del martes.
El carnaval es el periodo en el que se pone "el mundo al revés", se rompen las convenciones sociales y la desinhibición ayuda a que la persona pueda, para pasarlo bien, manifestarse sin trabas ante los demás. A ello ayuda el disfraz, la tizne, la bebida... Se permite todo... siempre que no se rompa la armonía de la comunidad con la violencia sin sentido, con el abuso del fuerte sobre el débil. Es el tiempo de la broma, de la risa, de la sátira, en definitiva, de la juerga; es el tiempo del contacto, del roce, del abrazo y también... del brinco y del empujón, como lo es, también, de la canto y del grito.
¿Cómo se vive la fiesta?
En Villanueva sacan los hombres los blusones de antaño o se colocan ropas estrafalarias y las mujeres se disfrazan a su antojo, aunque la mayoría se engalana con los trajes regionales. Se hace la vida fuera del hogar, en la plaza. Cantan unos y otros en pequeños y en grandes grupos; se baila en las calles, en la plaza y en las tabernas; en unos momentos, de forma acompasada, en otros, caótica; es tiempo del ruido, de la anarquía y de la música armonizada en la ronda de grupo, de la ropa desastrosa y, también, de los bellos mantones y refajos. Es tiempo exclusivo para la diversión, el abandono de las preocupaciones diarias, el exceso en el consumo mientras el cuerpo aguante.....
¿Qué es el Peropalo?
El Peropalo es el eje del carnaval villanovense, el símbolo de que todo el festejo es una fiesta exclusivamente lúdica, para diversión de la gente; no es la excusa, sino el aglutinante, aunque, ante su figura se puedan adoptar posiciones contrarias; uno desea que viva y el amigo, con el que uno va cogido por los hombros, grite que muera. Hay mujeres que se enlutan por su muerte y otras que bailan de alegría. Es una unidad con elementos contradictorios, como la vida misma y más aún, el Peropalo es símbolo de la libertad, de la alegría vital y de las fuerzas genésicas de la naturaleza, un festejo de gran belleza cromática y musical, ejemplo permanente de la identidad de un pueblo y, también, una muestra de la frágil condición humana.
¿Qué relación tiene el Peropalo con los judíos?
En las fiestas del Peropalo se mezclan elementos realistas, que narran hechos y procesos históricos, con otros que son de carácter simbólico. Con el paso del tiempo se le han añadido connotaciones que ocultan lo que fue su primitiva significación mágica. Sin embargo, siempre ha prevalecido el personaje central al que, a partir del Renacimiento, se le dio una carga antijudaica por las circunstancias especiales que se vivieron en aquel tiempo. Al pelele se le denominó Judas, como a otros peleles que se queman en festejos populares los días de semana santa. Hoy día, el sentido agresivo que aparece en las letras de la mayoría de las coplas no tiene un sentido real, es un elemento lúdico que se emplea para justificar la muerte del protagonista.
¿Qué polémica hay con el uso de un burro en la fiesta?
Desde finales de los años ochenta una serie de organizaciones animalistas del Reino Unido y Francia principalmente, denunciaron la existencia de malos tratos a un burro en el ritual de la Corrida de las Elecciones el martes por la mañana. Sin embargo esas denuncias se basan en narraciones falsas surgidas de una malinterpretación que se hace al sacar del contexto el acto. En las últimas décadas se puso de moda cantar la canción "Ya se murió el burro" en ese evento y los animalistas pensaban que se mataba a un burro. De hecho han denunciado cosas inexistentes como que se le tira por el balcón, que se le tira al pilón, que se le ha sacado un ojo o que se desuella y le come crudo (si eso han llegado a decir). Para solucionar cualquier posible confusión se suele usar el mismo burro todos los años y se ha creado una Cofradía de Burreros que se encarga de gestionar el acto para que se desarrolle sin incidentes y sin maltrato alguno al animal.
¿Qué tiene que ver la Inquisición en la fiesta?
Cuenta la tradición, y lo narran ciertas coplas, que en el año 81 (de no se sabe qué siglo), los peropaleros fueron llevados a Llerena, sede del Santo Oficio que se encargaba de los asuntos de Extremadura, tras ser acusados de dar muerte a un hombre cada año; la acusación debía precisar que era de forma ritual siguiendo pautas de carácter judaizante, porque el Tribunal de Llerena, por ser inquisitorial, no tenía poder sobre causas civiles.
El caso es que en ese juicio se demostró que los peropaleros representaban simplemente la muerte de un judío, y fueron absueltos, siéndoles concedido tambores y un par de alabardas, desde entonces se incorporaron éstas a la fiesta.
Según la tradición, también estaba presente, en la representación, el Rey al que gustó mucho el festejo y fue quien hizo la donación. Esto da pie, dados los escasos pasos de los reyes por Extremadura, para pensar que ocurrió el incidente en el siglo XVI, pues ese año Felipe II se desplazó para ser coronado rey de Portugal. El regreso fue a primeros de año por lo que desde entonces, "el primer día del año- (como dice la copla) "se ha de tocar el tambor,- que en Llerena se ha vencido - a la santa Inquisición."
Las alabardas eran elementos integrantes fundamentales en la guardia real desde 1504 en que se creó el cuerpo de alabarderos para la protección de los Reyes Católicos.
¿Qué se hace con el pelele?
El protagonista, por ser de naturaleza folklórica, exige siempre una serie de ritos que se repiten cada año y son los que dan entidad al pelele. Se le confecciona en secreto, durante la noche del sábado, y, durante las primeras horas del domingo, se vacían los bares y discotecas para acompñar a los peropaleros a la colocación del pelele, "en su sitio", la aguja de la deshonra; ahí estará, con distintas posiciones, durante los días del festejo. El domingo y el lunes se le dan paseos por las calles del pueblo; todos acaban, en la plaza, con la "judiá" y el baile de la jota.
¿Qué se hace el día grande?
El martes es el día en que hay más variedad de actos; se le condena a muerte por los excesos sexuales y se le obliga a pasear la sentencia montado en un burro, pero, en este caso, es un joven el que sustituye al pelele sobre el animal, en torno al cual se arremolina la juventud. Para que se haga realidad al Capitán del festejo, el mayordomo de otros eventos, se le entrega una bandera y a sus acompañantes unas alabardas. La satisfacción general, por la sentencia, se celebra con una invitación general a dulces y limonada.
Por la tarde, son los actos más llamativos; se comienza con una ofrenda bufa, "El Ofertorio de los Calabaceros", en la que, a quienes entran a dar dinero, excepto a las mujeres, no se les agradece la acción, sino que se les propinan golpes de calabazas. Hay una procesión laica, el "Paseo", en el que, una parte de la comunidad, especialmente mujeres bellamente ataviadas con trajes regionales, sigue a los Capitanes. Éstos marchan protegidos por un grupo de alabarderos; él lleva la bandera de la fiesta y ella porta una gruesa zarza de la que pende un chorizo, símbolo de los genitales del Peropalo. Durante el recorrido se cantan diferentes coplas y canciones tradicionales. El Paseo concluye en la plaza y se inicia el "Baile de la Bandera", en el que los hombres voltean la bandera con ejercicios de habilidad y fuerza.
¿Cómo acaba la fiesta?
El fin del festejo es conocido de antemano. El rito culmina con la decapitación, descuartizamiento, manteo y muerte del pelele. Le acompañan en su camino a la muerte las plañideras que lamentan su destino inevitable y recuerdan sus grandes proezas sexuales. Mientras se le mantea, unos escopeteros disparan sobre él y luego, sus restos son quemados. El redoble de los tambores con una larga jota ponen el broche final al festejo. Las cenizas del Peropalo, esparcidas por la plaza, tendrán el poder de revitalizar la naturaleza.
La fuerza del personaje es tal que, aunque en las coplas que se canten a lo largo del festejo se le asocie con Judas y se aluda a los judíos, el Peropalo es mucho más; se le conoce también por Revive y, naturalmente, el protagonista revivirá el año próximo, con el mismo atuendo y figura, y, por supuesto, con la misma misión: traer la alegría a un pueblo.